jueves, 15 de diciembre de 2022

Sistema Nervioso Central y Sistema Nervioso Periférico

 

Sistema Nervioso Central y Sistema Nervioso Periférico

 

La principal forma de dividir el sistema nervioso es en dos porciones: sistema nervioso central (SNC) y sistema nervioso periférico (SNP). El SNC está compuesto por la médula espinal y el encéfalo. El SNP está compuesto por los nervios craneales, los nervioso espinales con sus raíces y ganglios sensitivos: y los nervios y ganglios del sistema autónomo o vegetativo.

Los nervios se clasifican en dos grandes grupos: los nervios craneales y los raquídeos, que pueden ser somáticos o autónomos. Los nervios craneales son pares de nervios que emergen de estructuras encefálicas y se clasifica con un número y con un nombre. El otro grupo está compuesto por los nervios raquídeos. Estos emergen de la médula espinal y atraviesan los agujeros intervertebrales; se clasifican de acuerdo con el lugar de emergencia.

El sistema nervioso periférico regula gran cantidad de funciones corporales, como la contracción de los músculos esquelético, liso y cardíaco y la función de las glándulas y de diferentes vísceras.


Desde el punto de vista anatómico, el sistema nervioso se divide en sistema nervioso central (SNC), compuesto por el cerebro y la médula espinal, y sistema nervioso periférico (SNP), constituido por neuronas que entran y salen del SNC y, en función de ello, tiene uno división referente, cuyas neuronas llevan las señales desde el cerebro y la médula espinal hasta las células efectoras de los tejidos periféricos, y otra aferente, cuyas neuronas recogen la información de la periferia y la llevan al SNC.


El sistema nervioso central comprende el cerebro y la médula espinal. El sistema nervioso periférico está constituido por todos los nervios periféricos

 

 

*Diferencias entre sistema nervioso central (SNC) y sistema nervioso periférico (SNP)*

Las principales diferencias entre estos sistemas son:

 El sistema nervioso central está formado por el cerebro y la médula espinal. Mientras que el sistema nervioso periférico está compuesto por nervios craneales, espinales y sensoriales.

El sistema nervioso central controla todas las funciones voluntarias de nuestro cuerpo. El sistema nervioso periférico controla y está implicado en todas las funciones involuntarias de nuestro cuerpo.

El sistema nervioso central es un sistema formado por nervios sensoriales y motores relacionados con el cerebro y la médula espinal de forma aferente y eferente. El sistema nervioso periférico está formado por células del nervio dorsal y ventral, y la red de nervios espinales y craneales que están conectados al cerebro y la médula espinal en un extremo y a los músculos en el otro.

Las principales funciones de nuestro cuerpo están controladas por el cerebro (SNC), mientras que el sistema nervioso periférico controla involuntariamente varias funciones de órganos internos, vasos sanguíneos, músculos lisos y cardíacos.

El sistema nervioso central está conectado a receptores sensoriales, músculos y glándulas en zonas periféricas del cuerpo controladas por el SNP. En el caso del SNP, las neuronas sensoriales contraen los impulsos nerviosos de los receptores sensoriales en varias partes del cuerpo al sistema nervioso central.




Sistema Nervioso Somático



 El sistema nervioso somático (SNS) es la división del sistema nervioso periférico responsable de todos los movimientos voluntarios del cuerpo. El sistema nervioso somático está formado por nervios sensoriales y motores relativamente grandes que conducen los impulsos con rapidez, lo que nos permite responder rápidamente a los estímulos de nuestro entorno.

El sistema nervioso somático está bajo control consciente, lo que significa que podemos elegir mover nuestros músculos o no. Por ejemplo, cuando decidimos coger un libro, nuestro cerebro envía señales a través de las neuronas motoras a los músculos del brazo, indicándoles que se contraigan.

El sistema nervioso somático también puede sufrir una activación inconsciente. Por ejemplo, cuando activamos un reflejo, utilizamos la memoria muscular o nos retiramos automáticamente de un estímulo doloroso.

El sistema nervioso somático (SNS) es el sistema nervioso voluntario, lo que significa que podemos elegir activarlo. Su principal responsabilidad es el control consciente de los movimientos de los músculos esqueléticos. El SNS también se encarga de algunos movimientos involuntarios, como los reflejos.

incluye neuronas sensoriales y motoras. Las neuronas sensoriales son aferentes, es decir, envían señales del cuerpo al cerebro. Las neuronas motoras eferentes hacen lo contrario. Las fibras nerviosas somáticas están aisladas con capas relativamente gruesas de mielina, por lo que conducen los impulsos rápidamente. Esto nos permite responder rápidamente a los estímulos de nuestro entorno.









Medula espinal, partes, funciones y caracteristicas.

 Medula espinal.

es una larga estructura cilíndrica, ligeramente aplanada en sentido anteroposterior localizada en el conducto vertebral y es la encargada de transmitir impulsos nerviosos a los treinta y un pares de nervios raquídeos, comunicando el encéfalo con el cuerpo, mediante dos funciones básicas: la aferente, en la que son llamadas sensaciones del troncocuello y las cuatro extremidades hacia el cerebro, y la eferente en la que el cerebro ordena a los órganos efectores realizar determinada acción, llevando estos impulsos hacia el tronco, cuello y miembros.

En la médula espinal también podemos encontrar ciertos tipos de células que le sirven como sostén como las células ependimarias, células alargadas que cuentan con dos prolongaciones, las cuales emiten hacia el surco anterior o el medioposterior donde constituyen el cono ependimario anterior y el posterior. También encontramos las células neuróglicas, de idéntica procedencia que las ependimarias, solo que sin sus prolongaciones primitivas. Se les encuentra diseminadas en la sustancia gris como en la blanca.



Partes de la medula espinal 

  • La médula espinal forma parte del sistema nervioso central junto con el encéfalo. Es la continuación caudal del tronco encefálico y se encuentra en el interior del conducto vertebral, un conducto óseo formado por los elementos posteriores y los cuerpos de las vértebras cervicales, torácicas y lumbares.
  • Así como la columna vertebral, la médula espinal se divide en segmentos: cervical, torácico, lumbar, sacro y coccígeo. Cada segmento de la médula da lugar a varios pares de nervios espinales, que salen del canal vertebral a través de los forámenes intervertebrales. Existen 8 pares de nervios espinales cervicales, 12 torácicos, 5 lumbares, 5 sacros y 1 coccígeo, totalizando 31 pares.
  • Existen dos intumescencias o dilataciones de la médula espinal, una a nivel cervical (intumescencia cervical, C3-T2) y otra a nivel lumbosacro (intumescencia lumbosacra, L1-S3). Esas regiones son más prominentes por acomodar fibras nerviosas relacionadas a la inervación de los miembros superiores e inferiores, respectivamente.
  • La porción terminal de la médula espinal tiene forma de un cono con el vértice hacia abajo, siendo por este motivo denominado cono medular. Un fino cordón de tejido conectivo que es continuación de la piamadre,​ se extiende desde la extremidad del cono medular hasta el nivel de la segunda vértebra sacra​​ (S2) . Este cordón es conocido como filum terminal interno. La duramadre se proyecta caudalmente desde este nivel hasta la primera vértebra coccígea o Co1, conformando lo que conocemos como filum terminal externo o ligamento coccígeo, que ancla la médula espinal a la columna vertebral.





funciones de la medula espinal 

La médula espinal conecta el cerebro con los nervios de la mayor parte del cuerpo. Esto permite que el cerebro envíe mensajes al resto del cuerpo. La red que forman el cerebro y la médula espinal se llama sistema nervioso central (SNC).



caracteristicas de la medula espinal

La médula espinal es un manojo blando de nervios que se extiende desde la base del cerebro hasta la parte baja de la espalda. Corre por el conducto vertebral y está protegida por los huesos de la columna (vértebras). Los discos amortiguan las vértebras y le dan flexibilidad a la columna vertebral.



























Neuronas, plasticidad nerviosa y neurogénesis

 

Neuronas


La neurona es la célula principal del sistema nervioso. Tiene la capacidad de respon
der a los estímulos generando un impulso nervioso que se transmite a otra neurona, a un músculo o a una glándula.
¡¡¡ El cerebro humano contiene más de 100.000.000.000 neuronas!!!

TIPOS DE NEURONAS
Existen multitud de tipos de neuronas, que se diferencian por su forma o tamaño. Funcionalmente las neuronas se pueden clasificar en tres tipos:

• Neuronas sensitivas: aisladas o localizadas en órganos sensoriales o en zonas del sistema nervioso relacionadas con la integración de las sensaciones.

• Neuronas motoras: localizadas en áreas del sistema nervioso responsables de la respuesta motora.

• Interneuronas o neuronas de asociación: relacionan distintos tipos de neuronas entre sí.
En el sistema nervioso, además de neuronas hay otras células, llamadas en conjunto células de glía o neuroglia (puede haber 10 veces más que neuronas). Hay muchos tipos y son fundamentales para el buen funcionamiento del sistema nervioso.

Plasticidad, Plasticidad Nervioso y Neuroplasticidad

"La plasticidad cerebral se refiere a la capacidad del sistema nervioso para cambiar su estructura y su funcionamiento a lo largo de su vida, como reacción a la diversidad del entorno. Aunque este término se utiliza hoy día en psicología y neurociencia, no es fácil de definir. Se utiliza para referirse a los cambios que se dan a diferentes niveles en el sistema nervioso: Estructuras moleculares, cambios en la expresión genética y comportamiento.”

La neuroplasticidad permite a las neuronas regenerarse tanto anatómica como funcionalmente y formar nuevas conexiones sinápticas. La plasticidad neuronal representa la facultad del cerebro para recuperarse y reestructurarse. Este potencial adaptativo del sistema nervioso permite al cerebro reponerse a trastornos o lesiones, y puede reducir los efectos de alteraciones estructurales producidas por patologías como la esclerosis múltiple, Parkinson, deterioro cognitivo, enfermedad de Alzheimer, dislexia, TDAH, insomnio adulto, insomnio infantil, etc…

Plasticidad

La plasticidad sináptica

Cuando está ocupado en un nuevo aprendizaje o en una nueva experiencia, el cerebro establece una serie de conexiones neuronales. Estas vías o circuitos neuronales son construidos como rutas para la inter-comunicación de las neuronas. Estas rutas se crean en el cerebro a través del aprendizaje y la práctica, de forma muy parecida a como se forma un camino de montaña a través del uso diario de la misma ruta por un pastor y su rebaño. Las neuronas se comunican entre sí mediante conexiones llamadas sinapsis y estas vías de comunicación se pueden regenerar durante toda la vida. Cada vez que se adquieren nuevos conocimientos (a través de la práctica repetida), la comunicación o la transmisión sináptica entre las neuronas implicadas se ve reforzada. Una mejor comunicación entre las neuronas significa que las señales eléctricas viajan de manera más eficiente a lo largo del nuevo camino. Por ejemplo, cuando se intenta reconocer un nuevo pájaro, se realizan nuevas conexiones entre algunas neuronas. Así, las neuronas de la corteza visual determinan su color, las de la corteza auditiva atienden a su canto y, otras, al nombre del pájaro. Para conocer el pájaro y sus atributos, el color, la canción y el nombre son repetidamente evocados. Revisitando el circuito neural y restableciendo la transmisión neuronal entre las neuronas implicadas cada nuevo intento mejora la eficiencia de la transmisión sináptica. La comunicación entre las neuronas correspondientes es mejorada, la cognición se hace más y más rápidamente. La plasticidad sináptica es quizás el pilar sobre el que la asombrosa maleabilidad del cerebro descansa.


Neurogénesis

Considerando que la plasticidad sináptica se logra a través de mejorar la comunicación en la sinápsis entre las neuronas existentes, la neurogénesis se refiere al nacimiento y proliferación de nuevas neuronas en el cerebro. Durante mucho tiempo la idea de la regeneración neuronal en el cerebro adulto era considerado casi una herejía. Los científicos creían que las neuronas morían y no eran reemplazadas por otras nuevas. Desde 1944, pero sobre todo en los últimos años, la existencia de la neurogénesis se ha comprobado científicamente y ahora sabemos que ocurre cuando las células madre, un tipo especial de célula que se encuentra en el giro dentado, el hipocampo y, posiblemente, en la corteza pre-frontal, se divide en dos células: una célula madre y una célula que se convertirá en una neurona totalmente equipada, con axones y dendritas. Luego, estas nuevas neuronas migran a diferentes áreas (incluso distantes entre sí) del cerebro, donde son requeridas, permitiendo de esta forma que el cerebro mantenga su capacidad neuronal. Se sabe que tanto en los animales como en los humanos la muerte súbita neuronal (por ejemplo, después de una apoplejía) es un potente disparador para la neurogénesis.






SISTEMA NERVIOSO CENTRAL Y PARTES DEL ENCEFALO

El sistema nervioso central (SNC) está formado por el encéfalo, que incluye la totalidad del cerebro y la médula espinal, mientras que el sistema nervioso periférico (SNP) lo forma la enorme red de neuronas y fibras nerviosas que se extienden desde el SNC hacia todo el organismo, incluyendo la superficie de la piel y las extremidades, desde el cuero cabelludo hasta los dedos de los pies. Las vías de comunicación periférica se dividen en nervios espinales (que provienen de la médula espinal) y nervios craneales (que provienen del cráneo).
PARTES DEL ENCEFALO El encéfalo se divide en distintas partes que a su vez poseen subpartes, y esas son: Prosencéfalo Este se subdivide en: Telencéfalo Corteza cerebral Esta formada por el lóbulo parietal que se encarga de los órganos kinesicos y de la sensibilidad, por el lóbulo occipital que se encarga de la visión, por el lóbulo frontal que tiene la función de la zona, la percepción y el juicio, por el lóbulo temporal que incluyen el hipocampo del olfato y la audición. Los lóbulos parietal, temporal y frontal tiene la responsabilidad de manejar el aprendizaje y el lenguaje. En la corteza también se encuentra el cuerpo estriado y el rinencéfalo Diencéfalo Epitálamo Está conformado por la glándula pineal que se encarga de producir la melatonina. Tálamo En esta zona se controlan las sensaciones a grande escala. Subtálamo Esta es la estructura diencefálica que se ubica entre el tálamo, el hipotálamo y el mesencéfalo. Justo al lado medial donde está la cápsula interna. Hipotálamo Incluye el tuber cinereum, el quiasma óptico, los tuberculos mamilares y la hipófisis posterior que tiene dos hormonas las cuales son Vasopresina y la Oxitocina. El hipotálamo regula las emociones y el control físico del sistema límbico. Mesencéfalo También conocido como Cerebro Medio: está formado por los tuberculos cuadrigeminos que tienen dos superiores y se relacionan con la visión, y otros dos inferiores que interviene en los fenómenos auditivos y filtran los datos entre el prosencéfalo y el rombencéfalo. Rombencéfalo Este representa una porción de encéfalo que se encuentra alrededor del cuarto ventrículo cerebral, incluye al metencefalo y al mielencéfalo. Se ubica en la parte de arriba de la médula espinal y en el cuarto ventrículo. Metencéfalo Cerebelo se encarga de controlar la energía muscular, la postura y el movimiento. Protuberancia o Puente de Varolio. Mielencéfalo Bulbo Raquídeo También conocido como Médula Oblonga: controla las funciones básicas de la respiración y la circulación de la sangre en el corazón. Cerebro anterior Este representa la parte más grande del encéfalo. Se divide en dos hemisferios que son el hemisferio izquierdo y el hemisferio derecho, su superficie se compone de repliegues irregulares a los que se les llama giros cerebrales o circunvoluciones. Entre éstos se encuentran líneas irregulares a las que se les llama cisuras. Bulbo Raquídeo Este órgano es una prolongación de la médula espinal que se encarga de mantener una comunicación en forma directa entre la médula y el encéfalo.

El sistema nervioso autónomo viceral


 El sistema nervioso autónomo viceral

 El sistema nervioso autónomo representa un sistema de control de efectores viscerales, involuntario, que junto con el sistema endocrino y el hipotálamo mantiene la homeostasis. Para cumplir esa tarea, este sistema maneja mecanismos de realimentación negativa que se ejercen principalmente sobre el hipotálamo.

En la actualidad se consideran tres divisiones en la organización morfo-funcional del sistema nervioso autónomo: la simpática, la parasimpática y la entérica. Sin embargo, esta última suele considerarse bajo el control de la división parasimpática.

Anatómicamente, las divisiones simpática y parasimpática se originan del sistema nervioso central y representan la vía eferente a través de la cual él se comunica con los efectores viscerales. Esta vía está formada por dos neuronas. La primera se ubica en la médula espinal. Su axón sale y se contacta con la segunda neurona ubicada en un ganglio periférico. Es el axón de esa segunda neurona el que inerva a los efectores. Las primeras neuronas son colinérgicas. Las segundas son noradrenérgicas (simpático) y colinérgicas (parasimpático). Sin embargo, algunas segundas neuronas simpáticas también son colinérgicas.

Desde el comienzo se definió al sistema nervioso autónomo como una subdivisión del sistema nervioso dotada de una gran independencia, a tal punto, que se le ha considerado como un sistema que se autorregula. Ello se explica en parte, por qué se considera a la actividad refleja como la base de su funcionamiento de este sistema. Es el reflejo autonómico, cuya base anatómica (arco reflejo) ha sido bien caracterizada en la mayoría de los casos.

Las vías aferentes se originan en receptores sensitivos ubicados en las vísceras y los axones que las constituyen viajan al sistema nervioso central por vías que pertenecen a la parte periférica del sistema nervioso autónomo y donde también se encuentran fibras motoras ya sea simpáticas o parasimpáticas pero que son eferentes. Se presenta, entonces, a nivel anatómico una interacción entre ambos sistemas.

Así, por ejemplo, una descarga simpática hacia afectores cardiovasculares puede provocar una elevación de la presión sanguínea mediado por taquicardia y/o vasoconstricción. Esta perturbación (elevación de la presión) es detectada por barorreceptores ubicados en los vasos sanguíneos. Esos receptores son fibras nerviosas que se dirigen al sistema nervioso central incorporados al nervio vago (por definición como fibras parasimpáticas) y llevan la información a centros nerviosos vagales, que al ser excitados, generan por la vía parasimpática vagal (ahora eferente) que inerva al corazón actividad inhibidora sobre el corazón, bradicardia, lo cual provoca un descenso de la presión. Se maneja así, con esta forma de interacción, una regulación automática, refleja, inconsciente de la presión.

Pero en el sistema nervioso central, las neuronas motoras autonómicas se encuentran no solo influenciadas por señales periféricas. También están reguladas por centros de control supraespinales ubicados en el tronco y en los hemisferios cerebrales. El bulbo raquídeo, el puente y el hipotálamo son las estructuras más comprometidas con esta función.

El uso de trazadores de vías nerviosas, que permiten seguir su trayectoria desde los receptores viscerales hasta los centros nerviosos, ha permitido conocer la organización central del sistema encargado del control visceral. Se trata de un circuito neuronal llamado sistema viscero-motor central o red central autonómica. Esta red presenta múltiples relevos sinápticos y comprende además del hipotálamo a estructuras del sistema límbico, en especial a la amígdala. Estos datos explican la natural relación que existe entre cierto tipos de respuestas viscerales y las conductas emocionales.









Sistema Nervioso Periférico




Sistema Nervioso Periférico  (SNP)

En este artículo abordaremos el sistema nervioso periférico, sus divisiones y los nervios periféricos. El sistema nervioso periférico está conformado por todos los nervios que emergen del encéfalo y la médula espinal, es decir, a partir del sistema nervioso central. Si imaginas el SNC como la carretera principal, el SNP estaría compuesto por todas las calles secundarias que salen y entran a la principal; y que además permiten que los impulsos nerviosos viajen desde y hacia las regiones más alejadas, o periféricas, del cuerpo humano.

El sistema nervioso periférico está casi completamente constituido por nervios. Existen dos tipos de nervios: nervios craneales y nervios espinales. Funcionalmente, el SNP puede ser dividido en sistema nervioso autónomo y sistema nervioso somático. Ambos pueden ser subdivididos; el primero en simpático y parasimpático, y el segundo en motor y sensitivo.

Estructura Fundamental Del Sistema Nervioso Periférico


Puntos clave sobre el sistema nervioso periférico (SNP)

DefiniciónUna división del sistema nervioso compuesta por todo el tejido neural ubicado fuera de la cavidad craneal y conducto vertebral.
Componentes anatómicosNervios periféricos (nervios espinales, nervios craneales, nervios autónomos)
Ganglios
Componentes funcionalesSistema nervioso autónomo (SNA) - parte involuntaria que controla las células cardiacas, musculares lisas y glandulares.
Sistema nervioso somático (SNS
) - parte voluntaria que controla la musculatura esquelética y procesamiento de la sensibilidad somática.
FunciónConduce información motora y sensitiva entre el sistema nervioso central y tejidos corporales periféricos.

Nervios Craneales 

También llamados pares craneales, son doce nervios que envían información sensorial procedente del cuello y la cabeza hacia el sistema nervioso central o trasladan ordenes motoras, para el control de la  musculatura esquelética del cuello y la cabeza.

I Nervio Olfatorio: Es un nervio únicamente sensorial, conduce los impulsos nerviosos generados por las sustancias odoríferas desde la nariz hasta el encéfalo.

II Nervio óptico: Exclusivamente sensorial, transporta la información visual desde el ojo al encéfalo.
 
III Nervio oculomotor: Tiene fibras motoras que controlan el movimiento ocular y parasimpáticas que modifican el diámetro de la pupila.

IV Nervio troclear:  Su función es motora sobre uno de los músculos cuya contracción muevo el globo ocular.
V Nervio trigémino: Es un nervio mixto que consta de una porción sensitiva y otra motora. 

VI Nervio abducens o Motor Ocular Externo: Interviene en la movilidad ocular, es solamente motor.

VII Nervio facial: Es un nervio mixto con fibras sensitivas y motoras.

VIII Nervio vestibulococlear: Transporta al cerebro la información auditiva y sensorial procedente del oído interno.

IX Nervio glosofaríngeo: Es un nervio mixto. La porción sensitiva transporta señales procedentes de la lengua y la faringe.

X Nervio vago: Es sensitivo y motor, aporta además fibras parasimpáticas que actúan sobre diferentes órganos, entre ellos el estómago y el corazón.

XI Nervio espinal: Es un nervio motor que activa entre otros el músculo esternocleidomastoideo, provocando el giro de la cabeza.

XII Nervio hipogloso: Es un nervio motor para la musculatura de la lengua. 



Nervio Olfatorio
Nervio Trigémino
                    
Nervio Facial


                                                                     

Nervios Espinales 

Son un total de 31 pares de nervios cada uno con dos partes o raíces que se unen entre sí: una sensitiva y otra motora. La parte sensitiva es la que traslada la información desde los receptores hasta la médula espinal, mientras que la parte motora es la que lleva los impulsos desde la médula espinal hasta los efectores correspondientes. Se distribuyen de la siguiente forma: 8 pares de nervios cervicales 12 pares de nervios dorsales o torácicos 5 pares de nervios raquídeos lumbares 5 pares de nervios raquídeos sacros Índice Estructura 1 par de nervios raquídeos coccígeos.

Nervio espinal con sus dos raices (sensitiva y motora)
Nervios espinales

Cada nervio espinal o raquídeo se une en dos puntos distintos a la médula espinal; tiene una raíz posterior y una raíz anterior. Las raíces posterior y anterior se unifican para formar el nervio raquídeo. Como la raíz posterior contiene fibras sensitivas y la raíz anterior contiene fibras motoras, el resultado es un nervio mixto. Su recorrido es muy corto, pues inmediatamente de divide en dos ramas, una dorsal más pequeña y otra ventral o anterior más grande. En el tórax de las ramas ventrales parten pequeñas ramas comunicantes que transportan fibras pertenecientes al sistema nervioso autónomo.

                                             


Plexos 

Los nervios espinales tras salir de la médula espinal forman redes constituidas por la unión de nervios adyacentes. Estas redes se llaman plexos. Existen cuatro principales: Plexo cervical. Existen dos, uno derecho y otro izquierdo. Se forman por los ramos anteriores de los cuatro primeros nervios cervicales y algunas ramas procedentes del quinto. Plexo braquial. Se origina por los nervios raquídeos C5-C8 y T1. Da origen a varios nervios que llevan órdenes a los músculos del hombro y los miembros superiores, entre ellos el nervio cubital que hace posible lo contracción de los músculos que mueven la mano. Plexo lumbar. Se forma por las ramas anteriores de los nervios raquídeos L1-L4. Da origen a los nervios que llevan órdenes motoras a los músculos de la región anterolateral del abdomen y los miembros inferiores. Plexo sacro. Lo forman las raíces anteriores de los nervios espinales L4-l5 y S1-S4. Da origen a nervios que llevan órdenes motoras a los miembros inferiores. Del plexo sacro surge el nervio ciático que es el más largo del organismo humano.


Nervio Ciático


               Plexo                                        
     
                      

Dermatomas 

Un dermatoma es un sector de piel inervado por la porción sensitiva de un nervio espinal. Cada dermatoma, correspondiente a un segmento medular y un nervio espinal. Se distribuyen de forma horizontal descendente a lo largo del tronco, en las extremidades la distribución es longitudinal. El mapa que muestra la distribución de los dermatomas es importante en medicina, pues permite determinar la localización de una lesión. 


                                                                          Dermatomas


Nervios y Ganglios Nerviosos

Los nervios son haces de fibras nerviosas que transportan información y forman parte del sistema nervioso periférico. Los nervios aferentes llevan información sensorial hacia el sistema nervioso central, mientras que los nervios eferentes transportan la información desde el sistema nervioso central a los órganos efectores. Los nervios que transportan las señales dolorosas son aferentes, mientras que los nervios motores que terminan en los diferentes músculos y hacen posible la contracción muscular y el movimiento son nervios eferentes. Existen nervios mixtos que transportan ambos tipos de información. 

Los ganglios nerviosos están formados por acúmulos de cuerpos neuronales que se intercalan en el trayecto de algunos nervios y forman parte del sistema nervioso periférico, no deben confundirse con los ganglios linfáticos que forman parte del sistema linfático. 








REFERENCIAS:

Manipulaciones de los nervios periféricos. (https://books.google.es/books/about/Manipulaciones_de_los_nervios_p erif%C3%A9ric.html?hl=es&id=ZwuiFW20fDIC&redir_esc=y) Autores: Jean-Pierre Barral y A. Croibie.

Sistema nervioso: Anatomía. (https://www.infermeravirtual.com/files/media/file/99/Sistema%20nervioso.pdf?135860 5492). 





miércoles, 14 de diciembre de 2022

El encéfalo y el metencéfalo (tronco encefálico)

El encéfalo es la sede de la conciencia y la razón, en donde se centra el aprendizaje, la memoria y las emociones. Es la parte de nosotros que decide qué hacer y si una decisión fue correcta o errónea, e imagina cómo habrían resultado las cosas si hubiéramos actuado de manera diferente. Aunque la médula espinal recibe menos atención, no es menos importante para entender la conducta y los procesos mentales.


Una forma de entender el encéfalo es mirar las tres capas que evolucionaron en diferentes etapas del proceso evolutivo:

 1) el núcleo central primitivo; 

2) el sistema límbico, que evolucionó más tarde

3) los hemisferios cerebrales, que están a cargo de los procesos mentales superiores

 Usaremos esas tres divisiones básicas para describir las partes del encéfalo, lo que hacen y cómo interactúan para influir en nuestra conducta.

El núcleo central : En el punto en que la médula espinal entra al cráneo se convierte en el metencéfalo. Como el metencéfalo se encuentra incluso en los vertebrados más primitivos, se cree que fue la primera parte del encéfalo en evolucionar.

 La parte del metencéfalo (tronco encefálico) más cercana a la médula espinal es la médula, una estructura estrecha de cerca de 3.8 centímetros (1.5 pulgadas) de largo.

                                                             

 La médula controla funciones corporales como la respiración, el ritmo cardiaco y la presión sanguínea. también es el punto donde se cruzan muchos de los nervios que provienen de los centros encefálicos superiores o que se dirigen a ellos; los nervios de la parte izquierda del cuerpo cruzan al lado derecho del encéfalo y viceversa (un tema al que regresaremos). Cerca de la médula se encuentra el puente, el cual produce las sustancias químicas que nos ayudan a mantener el ciclo de sueño-vigilia. Tanto la médula como el puente transmiten mensajes a las áreas superiores del encéfalo. En la parte superior y trasera del tallo cerebral se encuentra una estructura contorneada llamada cerebelo (o “pequeño encéfalo”), que es responsable de nuestro sentido del equilibrio y de la coordinación de las acciones del cuerpo para asegurar que los movimientos se produzcan en secuencias eficientes. El daño al cerebelo ocasiona graves problemas en el movimiento, como movimientos espasmódicos y tropezones. Por encima del cerebelo, el tallo cerebral se amplía para formar el mesencéfalo (o encéfalo medio), que es especialmente importante para la audición y la visión. También es uno de diversos lugares del encéfalo donde se registra el dolor. Más o menos directamente por encima del tallo cerebral se encuentran dos estructuras con forma de huevo que componen el tálamo. A menudo se describe al tálamo como una estación de relevo: casi toda la información sensorial de las partes inferiores del sistema nervioso central pasa a través del tálamo en camino a los niveles superiores del encéfalo. El tálamo integra y da forma a las señales entrantes. Directamente por debajo del tálamo se encuentra el hipotálamo, que es más pequeño y ejerce una influencia enorme en muchos tipos de motivación. Partes del hipotálamo rigen el hambre, la sed, la pulsión sexual y la temperatura corporal (Winn, 1995) y están directamente relacionadas con conductas emocionales como la ira, el terror y el placer. La formación reticular (FR) es un sistema de neuronas similar a una red que ser   plantea a través de todas esas estructuras. Su principal tarea parece ser enviar señales de “¡Alerta!” a las partes superiores del encéfalo en respuesta a los mensajes entrantes. Sin embargo, la FR puede apagarse. Durante el sueño, la FR es desactivada; los anestésicos funcionan principalmente desconectando en forma temporal el sistema; y el daño permanente en la FR puede inducir un estado de coma.

El sistema límbico El sistema límbico es un anillo de estructuras holgadamente conectadas que se localizan entre el núcleo central y los hemisferios cerebrales . En términos evolutivos, el sistema límbico es más reciente que el núcleo central y sólo está completamente desarrollado en los mamíferos. Los animales con sistemas límbicos primitivos, como los peces y los reptiles, tienen repertorios conductuales limitados: sus patrones de alimentación, ataque o apareamiento son fijos. Los mamíferos (incluidos los seres humanos) son más flexibles en sus respuestas al ambiente, lo que sugiere que el sistema límbico suprime algunas conductas instintivas. El sistema límbico parece desempeñar un papel central en momentos de estrés, coordinando e integrando la actividad del sistema nervioso. Una parte del sistema límbico, el hipocampo, también juega un papel esencial en la formación de nuevos recuerdos. Las personas con daño severo en esta área son capaces de recordar nombres, rostros y acontecimientos que grabaron en la memoria antes de que el área fuera lesionada, pero no pueden recordar nada nuevo. Los animales con daño en esa área no logran reconocer dónde acaban de estar; como resultado, exploran la misma parte pequeña de su ambiente una y otra vez, como si fuera constantemente nueva para ellos. La amígdala y el hipocampo también están implicados en el gobierno y regulación de emociones (Davidson, Jackson y Kalin, 2000; Hamann, Ely, Hoffman y Kilts, 2002), sobre todo de las relacionadas con la autopreservación (MacLean, 1970). Cuando partes de esas estructuras son dañadas o extirpadas, los animales agresivos pueden volverse mansos y dóciles. En contraste, la estimulación de algunas partes de esas estructuras ocasiona que los animales manifiesten signos de temor y pánico, mientras que la estimulación de otras partes desencadena ataques no provocados. Otras estructuras del sistema límbico acentúan la experiencia del placer. Si reciben la oportunidad de presionar una palanca que estimula eléctricamente partes del tabique, los animales lo hacen de manera interminable, ignorando la comida y el agua. Los seres humanos también experimentan placer cuando se estimulan eléctricamente algunas áreas del tabique, aunque al parecer no de manera tan intensa (Kupfermann, 1991; Olds y Forbes, 1981). Incluso nuestra habilidad para interpretar las expresiones faciales de emoción en otras personas (como la sonrisa o el ceño fruncido) está registrada en el sistema límbico (Lange et al., 2003). Regresaremos al sistema límbico en el capítulo 8, Motivación y emoción. La corteza cerebral Montado por encima y alrededor del núcleo central y el sistema límbico, ocultándolos prácticamente, se encuentra el cerebro. El cerebro se divide en dos hemisferios y está cubierto por una delgada capa de materia gris (células no mielinizadas) llamada la corteza cerebral. Esto es en lo primero que piensa la mayoría de la gente cuando habla del “encéfalo”; es la parte del encéfalo que procesa el pensamiento, la visión, el lenguaje, la memoria y las emociones. La corteza cerebral ocupa la mayor parte del espacio dentro del cráneo, pues da cuenta de cerca del 80 por ciento del peso del encéfalo humano y contiene aproximadamente el 70 por ciento de las neuronas del sistema nervioso central. La corteza cerebral es la parte del sistema nervioso de evolución más reciente y está más altamente desarrollada en los seres humanos que en cualquier otro animal. Los peces carecen de corteza cerebral, y los reptiles y las aves tienen sólo una corteza primitiva. En los mamíferos inferiores, como las ratas, la corteza cerebral es pequeña y relativamente lisa. Conforme uno avanza en la escala filogenética de los mamíferos inferiores a los superiores, en especial a los primates, la corteza cerebral se hace más grande y cada vez más arrugada (una adaptación que permite que más tejido cortical tenga cabida dentro del cráneo sin producir literalmente “cabezas hinchadas”). Extendida, la corteza humana podría cubrir de 2,000 a 3,000 centímetros cuadrados y ser del grueso de una letra mayúscula en una página mecanografiada. Pero un patrón intrincado de dobleces, colinas y valles, llamados circunvoluciones, permiten a los hemisferios cerebrales caber dentro de nuestra cabeza relativamente pequeña. En cada persona, esas circunvoluciones forman un patrón que es tan único como una huella digital. Una serie de marcas sobre la corteza nos permiten identificar las áreas funcionales. La primera es una fisura profunda, que corre de la parte delantera a la trasera, y divide al encéfalo en hemisferios derecho e izquierdo. Como se aprecia en la figura 2-9, cada uno de esos hemisferios se divide en cuatro lóbulos (descritos más adelante), los cuales están separados entre sí por grietas. Una fisura central, que corre de costado, aproximada mente de oído a oído, separa la corteza somatosensorial primaria, que recibe mensajes sensoriales de todo el cuerpo, de la corteza motora primaria, que envía mensajes del encéfalo a varios músculos y glándulas del cuerpo. Además, hay grandes áreas en la corteza de los cuatro lóbulos llamadas áreas de asociación. Los científicos por lo general creen que la información de diversas partes de la corteza es integrada en las áreas de asociación y que esas áreas son las sedes de procesos mentales como el aprendizaje, el pensamiento, el recuerdo, la comprensión y la utilización del lenguaje. La comparación de la corteza de diferentes mamíferos apoya esta visión. En las ratas, la mayor parte de la corteza consta de áreas sensoriales o motoras; en los gatos, las áreas de asociación son ligeramente mayores, y en los monos aún más grandes; en los seres humanos, la mayor parte de la corteza está dedicada a las áreas de asociación Los diferentes lóbulos de los hemisferios cerebrales se especializan en funciones diferentes. El lóbulo occipital, situado en la parte posterior de los hemisferios cerebrales, recibe y procesa la información visual. El daño al lóbulo occipital puede producir ceguera o alucinaciones visuales (Beniczky et al., 2002). El lóbulo temporal, localizado delante del lóbulo occipital, aproximadamente detrás de la sien, juega un papel importante en las tareas visuales complejas como el reconocimiento de rostros. El lóbulo temporal también recibe y procesa información de los oídos, contribuye al balance y el equilibrio, y regula emociones y motivaciones como la ansiedad, el placer y la ira. Además, se cree que la capacidad para entender y comprender el lenguaje se concentra principalmente en la parte posterior de los lóbulos temporales, aunque parte de la comprensión del lenguaje también tiene lugar en los lóbulos parietal y frontal (Ojemann, Ojemann, Lettich y Berger, 1989). El lóbulo parietal está alojado en la parte superior de los lóbulos temporal y occipital y ocupa la parte superior posterior de cada hemisferio. Este lóbulo recibe información sensorial de todo el cuerpo: de los receptores sensoriales en la piel, los músculos, articulaciones, órganos internos y papilas gustativas. Los mensajes de esos receptores sensoriales son registrados en la corteza somatosensorial primaria. El lóbulo parietal también parece supervisar las habilidades espaciales, como la habilidad de seguir un mapa o decirle a alguien cómo ir de un lugar a otro (A. Cohen y Raffal, 1991). El lóbulo frontal, situado justo detrás de la frente, representa aproximadamente la mitad del volumen del encéfalo humano, pero sigue siendo la parte más misteriosa del encéfalo. El lóbulo frontal recibe y coordina mensajes de los otros tres lóbulos de la corteza y parece seguir la huella de los movimientos previos y futuros del cuerpo. Esta habilidad para monitorear e integrar las tareas complejas que se están realizando en el resto del encéfalo ha llevado a algunos investigadores a conjeturar que el lóbulo frontal funge como “centro ejecutivo de control” para el encéfalo (Kimberg, D’Esposito y Farah, 1997; Waltz et al., 1999). La investigación reciente también indica que la corteza prefrontal lateral (aproximadamente por encima del borde exterior de las cejas) es la parte del encéfalo con mayor participación en una amplia gama de tareas de solución de problemas, incluyendo la respuesta a preguntas verbales y espaciales en las pruebas de CI (Duncan et al., 2000). La sección del lóbulo frontal conocida como corteza motora primaria desempeña un papel central en la acción voluntaria. El lóbulo frontal también parece desempeñar un papel clave en las conductas que asociamos con la personalidad, incluyendo la motivación, la persistencia, el afecto (respuestas emocionales), el carácter e incluso la toma de decisiones morales (Greene y Haidt, 2002)


       



                                                        
















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