Neuronas
der a los estímulos generando un impulso nervioso que se transmite a otra neurona, a un músculo o a una glándula.
¡¡¡ El cerebro humano contiene más de 100.000.000.000 neuronas!!!
Existen multitud de tipos de neuronas, que se diferencian por su forma o tamaño. Funcionalmente las neuronas se pueden clasificar en tres tipos:
• Neuronas sensitivas: aisladas o localizadas en órganos sensoriales o en zonas del sistema nervioso relacionadas con la integración de las sensaciones.
Plasticidad,
Plasticidad Nervioso y Neuroplasticidad
"La plasticidad cerebral se refiere a la
capacidad del sistema nervioso para cambiar su estructura y su funcionamiento a
lo largo de su vida, como reacción a la diversidad del entorno. Aunque este
término se utiliza hoy día en psicología y neurociencia, no es fácil de
definir. Se utiliza para referirse a los cambios que se dan a diferentes
niveles en el sistema nervioso: Estructuras moleculares, cambios en la
expresión genética y comportamiento.”
La neuroplasticidad
permite a las neuronas regenerarse tanto anatómica como funcionalmente y formar
nuevas conexiones sinápticas. La plasticidad neuronal representa la facultad
del cerebro para recuperarse y reestructurarse. Este potencial
adaptativo del sistema nervioso permite al cerebro reponerse a trastornos o
lesiones, y puede reducir los efectos de alteraciones
estructurales producidas por patologías como la esclerosis múltiple, Parkinson,
deterioro cognitivo, enfermedad de Alzheimer, dislexia, TDAH, insomnio adulto,
insomnio infantil, etc…
La plasticidad sináptica
Cuando está ocupado
en un nuevo aprendizaje o en una nueva experiencia, el cerebro establece una
serie de conexiones neuronales. Estas vías o circuitos neuronales son
construidos como rutas para la inter-comunicación de las neuronas. Estas rutas
se crean en el cerebro a través del aprendizaje y la práctica, de forma muy
parecida a como se forma un camino de montaña a través del uso diario de la
misma ruta por un pastor y su rebaño. Las neuronas se comunican entre sí
mediante conexiones llamadas sinapsis y estas vías de comunicación se pueden
regenerar durante toda la vida. Cada vez que se adquieren nuevos conocimientos
(a través de la práctica repetida), la comunicación o la transmisión sináptica
entre las neuronas implicadas se ve reforzada. Una mejor comunicación entre las
neuronas significa que las señales eléctricas viajan de manera más eficiente a
lo largo del nuevo camino. Por ejemplo, cuando se intenta reconocer un nuevo
pájaro, se realizan nuevas conexiones entre algunas neuronas. Así, las neuronas
de la corteza visual determinan su color, las de la corteza auditiva atienden a
su canto y, otras, al nombre del pájaro. Para conocer el pájaro y sus
atributos, el color, la canción y el nombre son repetidamente evocados.
Revisitando el circuito neural y restableciendo la transmisión neuronal entre
las neuronas implicadas cada nuevo intento mejora la eficiencia de la
transmisión sináptica. La comunicación entre las neuronas correspondientes es
mejorada, la cognición se hace más y más rápidamente. La plasticidad sináptica
es quizás el pilar sobre el que la asombrosa maleabilidad del cerebro descansa.
Neurogénesis
Considerando que la plasticidad sináptica se logra a
través de mejorar la comunicación en la sinápsis entre las neuronas existentes,
la neurogénesis se refiere al nacimiento y proliferación de nuevas neuronas en
el cerebro. Durante mucho tiempo la idea de la regeneración neuronal en el
cerebro adulto era considerado casi una herejía. Los científicos creían que las
neuronas morían y no eran reemplazadas por otras nuevas. Desde 1944, pero sobre
todo en los últimos años, la existencia de la neurogénesis se ha comprobado
científicamente y ahora sabemos que ocurre cuando las células madre, un tipo
especial de célula que se encuentra en el giro dentado, el hipocampo y,
posiblemente, en la corteza pre-frontal, se divide en dos células: una célula
madre y una célula que se convertirá en una neurona totalmente equipada, con
axones y dendritas. Luego, estas nuevas neuronas migran a diferentes áreas
(incluso distantes entre sí) del cerebro, donde son requeridas, permitiendo de
esta forma que el cerebro mantenga su capacidad neuronal. Se sabe que tanto en
los animales como en los humanos la muerte súbita neuronal (por ejemplo,
después de una apoplejía) es un potente disparador para la neurogénesis.
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